24 de agosto de 2010

Jesús subió las escaleras cojeando para entrar en la unidad de cáncer de niños. Me sorprendió ver que tenía tantos problemas para caminar ya que hacía algunos meses que no le había visto. Estaba feliz de encontrarse conmigo y de poder hacer tapping juntos. El tapping le ha sido de gran ayuda así que decidimos ver si podíamos hacer algo para aliviar el dolor que sentía en la pierna.

Hicimos tapping sobre el dolor físico que le dijeron era resultado de la medicación que recientemente había empezado a tomar. Cuando le pregunté cuánto dolor sentía, dijo que un 9.

Aunque tengo este dolor causado por una medicación que me dan para ayudarme a sanar, me amo.
Aunque creo que esta medicación es mala porque me causa dolor y no quiero sentir dolor, soy un jovencito maravilloso.
Aunque esta medicación me causa dolor, no es necesario sufrir para sanar. Soy un jovencito genial.
Siento tanto dolor. Me duele caminar. Me duele. A penas puedo caminar debido al dolor.
Le hablo a esta medicación y le digo que deje de lastimarme. No tengo que sufrir para sanar. No me hace falta tener medicación que me lastime. Puedo decirle a mi cuerpo que no hace falta sentir dolor simplemente porque el médico diga que esta medicación puede causar daño. Elijo permitir que mi cuerpo esté bien, sin más. Le pido a mi cuerpo que libere el dolor causado por la medicación.

El dolor bajó a un 4. Le pregunté si todo lo que sentía seguía siendo dolor. Dijo que no. Era más bien molestia. Le pregunté “¿Qué te está molestando? Acaso temes que cuando miren tus resultados vean que tienes otro tumor?” Respondió que sí, especialmente porque si estos resultados salen bien entonces entrará en ‘observación’ en lugar de tener tratamientos regulares. Esencialmente ya habrá finalizado con su quimioterapia. Dijo que su mamá ya no tendría que preocuparse si él estuviera bien.

Aunque tengo miedo a que mis resultados no saldrán bien, soy un jovencito maravilloso.
Aunque tengo miedo que quizás no estoy bien y tendré que someterme a más quimioterapia, me amo.
Aunque estoy molesto por todo esto, no tengo porqué estarlo. Estoy bien.
No quiero que mi mamá se preocupe. Quiero que esté feliz. Yo estoy bien. Lo sé, pero había dudado que fuera así. Temía que podría tener otro tumor, pero no quiero pensar eso y programarlo en mi mente. Libero ese miedo. El miedo no me ayuda. Elijo pensar de otra manera. Sé en el fondo que estoy bien.
Estoy sano. Puedo estar sano. No, no puedo. (Dijo que sí podía estarlo y que ahora no lo dudaba.) Sí, puedo. Elijo mantenerme sano hasta que sea un viejo.

Lo que quedaba de dolor, se desvaneció. Sus ojos brillaban. Podía estar plantado sobre su pierna derecha, lo cual no podía hacer antes. Parecía tan aliviado.

Encontramos que la razón emocional subyacente por sentir el dolor era su miedo a que tendría otro tumor y no estaría libre de sus 2 años de tratamiento.

Continuará a hacer tapping sobre estar sano y mantenerse sano hasta que sea un viejo. ¡Qué regalo recibió!

Jesus y Deborah

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